Ahora que Jim Ross está “en el limbo” (Sin contrato WWE pero con posibilidades de firmar uno nuevo), ha estado particularmente activo escribiendo notas interesantes, como esta, en donde habla del delicado tema de los celos profesionales en la lucha libre
No… Chris Jericho no fue bienvenido con brazos abiertos en el vestidor de WWE cuando llegó de WCW. Muchos pensaban que Jericho era demasiado pequeño para ser un estelar, pero Chris desde hace mucho ha probado que quienes pensaban eso se equivocaban. Los celos profesionales no son exclusivos de la lucha profesional, den un vistazo a su propio trabajo o escuela, y verán de que hablo.
Una de las primeras cosas que vi y aprendí cuando entré por primera vez a un vestidor de lucha profesional de 1974, era la perpetua inseguridad y paranoia de algunos luchadores. Muchos, antes y ahora, aunque ahora hay menos lugares donde pueden ganarse una vida decente dedicándose de tiempo completo a la lucha, y no no puede negar esas emociones negativas, que incluso pueden ser más pronunciadas, y que los directivos deben tener en cuenta
Destaca esta frase: “Ahora hay menos lugares donde pueden ganarse una vida decente dedicándose de tiempo completo a la lucha”, pues si bien la WWE ha llevado la lucha a mucho más público, al mismo tiempo ha hecho muchas más difíciles las cosas para los promotores regionales, y consecuentemente, para los luchadores independientes.